Un día de ensayo para la orquesta es un día especial.
La jornada comienza con un "trueque de horarios"..que si la seño Nuria cede por aquí, el maestro Dani por allá; Raquel, MªGracia o Lorena se quedan con los peques para que María y Mayte, nuestras fabulosas pianistas, puedan ensayar; que si nos juntamos todos y todas a última hora porque Modesto y Conchi se escapan un momentín de secretaría para el tambor tocar, los niños y las niñas de la ESO como locos ¡¡francés no vamos a dar!!..en fin, una especie de enredo, pero que al final resulta, gracias a la colaboración de todos y todas los compañeros/as para que podamos ensayar.
Al llegar al aula preparamos todo el material y nos sentamos como una verdadera orquesta, por familias de instrumentos, por voces ...
Después unas escalitas para calentar y ya estamos listos para tocar.
La maestra Rosa que es muy perfeccionista, toca, repite, repite y toca hasta dejar sin aliento al personal.
Pero entre ensayo y ensayo también nos echamos unas risas, que para eso el maestro Dani es experto en alborotos. Con el metalófono, el tambor o lo que coja no para de chinchar para que así las maestras, Natacha y Rosa, le tengan que regañar. Al final los maestros y maestras son como niños, en la orquesta uno más.
Estos serán esos momentos que seguro recordaremos para siempre...
¿Te acuerdas cuando un día fuimos músicos de la orquesta escolar?
Primeros ensayos del Canon de Pachelbel